“El pan, la tierra y el agua son elementos básicos de todo territorio que han sido también importantes medios de expresión artística a lo largo de la historia de la humanidad. Con presencia en la tradición, la historia y la cultura, tienen el poder de evocar emociones, recuerdos y narraciones”.
Pan del Paisaje del colectivo Les Cutés, pretende explorar la relación entre el pan y la arcilla, así como su relación con los habitantes de la Vera. El pan, un alimento básico, ha desempeñado un papel vital en la supervivencia y el desarrollo de las civilizaciones humanas. No sólo es una fuente de nutrición, sino que también tiene un importante significado cultural y social. La arcilla, por su parte, es uno de los materiales más antiguos y versátiles utilizados por el ser humano. Se ha utilizado para crear objetos prácticos y artísticos a lo largo de la historia y vincula directamente a la gente con su territorio.
Combinando estos dos elementos, el proyecto pretende crear esculturas que celebren la interdependencia entre el mundo natural y la sociedad humana. Esta investigación plantea un diálogo entre arte, cultura y sociedad. Estas piezas quieren relacionarse con el público desde su elaboración, permitiendo a la comunidad interactuar con ellas y reflexionar sobre su significado. Quieren recoger la memoria de la gente de la Vera a través del pan, la tierra y el agua. También servirán de catalizador para el compromiso de la comunidad y el intercambio cultural, y proporcionarán una plataforma para que la comunidad celebre su patrimonio cultural y su identidad.
Nacemos dentro de un continuo histórico, llegamos puntualmente a un mundo que seguirá cuando desaparezcamos (Arendt, 2007:57). Asumir responsabilidad política significa que cada generación sea consciente de los pecados y privilegios que hereda de sus antecesores y trate de enmendarlos. Así, los recién llegados pueden renovar y actualizar el mundo, o como dice Hamlet, “ponerlo en hora”:
The time is out of joint: O cursed spite
That ever I was born to set it right!
Este posicionamiento supone en la actualidad, entre otras cosas, ser consciente del conjunto de vidas no humanas con el que compartimos espacio y la conexión que guardan con las actividades que el ser humano lleva a cabo en el territorio. Debemos considerar el hecho de que nuestra relación con el resto de la naturaleza puede no ser exclusivamente dañina, podemos participar también de relaciones sanas de codependencia y “generar parentesco” (Haraway, 2019). La palabra ecología no por nada viene del griego Oykos, que significa hogar, y éste debe ser multiespecie.
El trigo es un ejemplo de especie “emparentada” con el ser humano. A base de cultivar por espacio de milenios los pastos de trigo cuyas semillas se aferraban a la espiga durante un período desusadamente largo, el trigo salvaje pasó de perder las semillas con el viento a hacerlo únicamente con la trilla (H. E. JACOB, 2020:38). En nuestro presente, trigo y seres humanos nos necesitamos mutuamente para sobrevivir.
Existe un ecologismo que nace precisamente del descubrimiento de la posibilidad de una relación simbiótica con la tierra, generando en nosotros una voluntad de reciprocidad que se traduce en una postura ecológica. La recuperación de la artesanía favorece este tipo de hallazgos que captan nuestra atención y pueden desembocar en un posicionamiento político.
No se pretende romantizar la antigua labor agrícola que sabemos sin duda, ardua, sino constatar que la separación física del trabajador y su tarea diluye su implicación política. Por eso proponemos la recuperación y revisión de la artesanía, desde la que es posible abarcar todos los pasos del proceso de producción. El artesano o artesana es un híbrido entre las facetas establecidas por Arendt, es un Animal laborans que sí piensa pues mantiene discusiones con los materiales, se preocupa por su origen y se mantiene atento durante su manipulación hasta el acabado final. Lleno de curiosidad y comprometido con la excelencia produce cosas bien hechas por el placer de hacerlas bien, lo cual, en el presente, incluye una integridad política en cada paso del proyecto. La palabra que el himno homérico a Hefesto, patrón de los artesanos, utiliza para designar al artesano es demioergos, término compuesto a partir de público (demios) y productivo (ergon). Y una producción pública debe significar transparencia y sostenibilidad. Planteamos convertir literalmente el suelo (la parte más superficial de la tierra) en material de artesanía. Siendo el trigo nuestro pariente y paradigma de relación sana interespecie, proponemos la artesanía tradicional del pan como vehículo donde introducir un material, la tierra, que necesita urgentemente ser elevado a la dimensión política.
De ciertas particularidades aprehendidas – tipos de pan, recetas, técnica de amasado, de horneado… – se realizará una pieza final que incluya tierra de la zona a la que pertenece. Por tanto, la colaboración vecinal dará una serie indefinida de panes que conformarán un recetario local, expresivo y completo -pues no se despreciará ninguno- que materialice el conocimiento acumulativo y tácito de la artesanía tradicional, y aparte, habrá una pieza híbrida de pan y cerámica que permita un discurso político que se plasmará en forma de texto.
Proponemos un acercamiento a la tradición, pausado pero urgente, no desde fetichismos, nostalgias o fiebres identitarias sino desde una politización contemporánea de la cultura material tradicional. Pausado porque la prisa es enemiga de la profundidad y urgente porque la generación previa a la globalización y guardiana de muchos conocimientos artesanales se encuentra muy envejecida. Proponemos una artesanía comprometida políticamente como herramienta para, como exclamaba Hamlet, poner el mundo en hora.
Localidades de intervención del proyecto: Pasarón de La Vera.
Colectivo artístico Les Cutés.
Aida Salán, @aida_salan, es arquitecta, artista y gestora cultural que basa su práctica y sus intereses en las transferencias entre lo digital y lo material. Es arquitecta por la UPM y formó parte del grupo de investigación de Landarts of the American West. Es co-directora del Festival de Arte Urbano Digital de Madrid MMMAD y ha impartido cursos en la Casa Encendida, en el Máster de Comunicación de la ETSAM y en el grado de diseño del IED. Sus trabajos han formado parte de la Bienal de Venecia, de exposiciones como Casantillón en Madrid, Fragments en Cigarreras, yupi en la sala de Arte Joven de Madrid, así como individualmente en Habitación Número 34.
Guillermo Esteban es arquitecto e investigador interesado en la antropología de lo urbano. Es también arquitecto por la UPM con máster en humanidades por la UOC y actualmente trabaja como coordinador de exposiciones en la Galería Casado Santapau. Ha sido mediador cultural en el Museo Reina Sofía, co-director de LaChispaStorytelling y ha publicado artículos sobre arquitectura, arte contemporáneo y literatura en diferentes medios: Revista RITA, Exit-express, revista URBS, DTF, Culturamas o Librújula.
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Eje 6. El Caldero en contexto: productos, saberes y haceres. Propuestas artísticas que trabajan en torno a la gastronomía comarcal desde diferentes miradas, teniendo en cuenta tanto la obtención del producto como su elaboración, así como otros aspectos relacionados con la comensalidad.
Fotos y video: Mario Moreno, julio 2023